Habitacion de Ewon...#10

Estaba plácidamente dormido cuando un fuerte ruido me desperto. No esperaba ver que mi habitacion se estaba cayendo a pedazos, era demasiado pronto como para que Yua intentara alguna cosa. Pronto cree una barrera de acero y entonces me dispuse a atacar a cuantas sombras veia. Crei que terminaria rapido pero al escuchar mi nombre alce la mirada hacia quien ahora me veia como un titiritero. Si algo me intrigaba era que alguien a quien no conocia supiera mi nombre. Me prepare para continuar a la defensiva, sin embargo esa sombra y las que siguieron eran mas rapidas que yo; eso no era bueno. Al darme cuenta de lo que eran esas cosas senti un escalofrio, quizas porque era repugnante ya que era una idea bastante buena, pero no me interesaba convertirme en algo semejante...tenia mayores aspiraciones. Comence a sentirme nervioso al ver todas las cosas putrefactas que amenazaban con abalanzarse sobre mi. Trague algo de saliva, no era momento para eso, tenia que contraatacar.

_Iron Maiden_ Desplegué ambas alas y entonces me levante a una altura prudente mientras en acero comenzaba a envolver a las creaturas que estaban a nada de tocarme. Pronto cayeron al suelo una decena, quizas mas de estatuas metalicas. Sin embargo aun estaban las que estaban en el techo y por las cueles no pude seguir mas tiempo suspendido en el aire ya que comenzaron a lanzarse hacia mi.

(Maldicion, esto no terminara tan facil) _Medussa_ Varios lazos de acero atraparon a los esqueletos y los fijaron a una superficie solida, por mi parte hice aparecer un par de espadas en ambas manos para seguir combatiendo contra esas cosas que seguian apareciendo por todos lados. No importaba cuanto los destruyeran, volvían a armarse...claro...por algo eran inmortales. Comenzaba a cansarme todo esto, tendria que pensar en otro ataque, sin embargo esa maldita carcajada del titiritero no me dejaba concentrarme.

Para Dos, era sumamente entretenido ver como hacia de todo el demonio Ewong para defenderse de su ejercito, sin embargo el no estaba ahi como observador, asi que empezo a revisar entre sus cosas y lo que veia interesante y que no podia ser verificado al momento lo aventaba por el enorme hueco que habia hecho, incluso partio el colchon a la mitad en su busqueda, pero despues de unos minutos, se asomo para ver su sorpresa de que el se las estaba arreglando para pelear con todos e incluso hacia algunos grandes bolas de metal impidiendo de nuevo su levantamiento:
-Mas -dijo en voz baja y de lo profundo del bosque empezaron a aparecer mas sombras que saltaron hacia el hueco del edificio, sin embargo antes de que entraran en conbate, el les hizo una seña para que levantaran las multiples dagas, cuchillos y espadas que Ewong tiraba por doquier, asi que ahora con armas empezaron a arremeter contra Ewong, ruidos de ventanas al romperse y puertas al caer tambien se dejaron escuchar por toda la posada, ya que desde la entrada delantera y la trasera se empezaban a arremolinar hacia el interior del edificio y no paso mucho para que la puerta y la pared que daba al exterior de donde estaba Ewong explotaran y empezaran a entrar mas, Dos posteriormente pidio que le trajieran una gran mole de metal en la que se habia convertido uno de su ejercito y tambien lo arrojo al exterior, despues de nuevo solo se quedo en el umbral del gran hoyo, esperando que Ewong cediera a la fatiga y fuera parte de su ejercito inmortal...

Era imposible, no dejaban de llegar mas y para colmo para ser simples muertos no eran tontos, almenos no lo era el titiritero. Estaban usando contra mi mis propias creaciones, aunque...tampoco era una gran ventaja ya que podía doblar las dagas que se aproximaban a mi o convertirlas en otras cosas inútiles como figurillas insignificantes o esferas deformes. Pero existía el mismo problema...eran demasiados y aunque podía evitar bastante de ellos algunos lograron herirme. Tenia cortadas por todo el cuerpo, pero las mas profundas se encontraban en los brazos, espalda y pecho. Cada vez que intentaba desplegar mis alas mas entraban por el techo, por mas que los destruyeran volvían a armarse. Comenzaba a cansarme, incluso mis movimientos eran mas torpes por lo que comenzaron a lastimarme y golpearme con mas facilidad. No podía perder contra cosas tan repugnantes.

_"Marbles"_ Dije algo jadeante. El acero de los objetos que se habian vuelto inservibles al igual que de algunas armas que ahora se encontraban en manos de mis oponentes se junto para despues desprenderse en varias esferas que atraparon como jaulas a gran numero de ese ejercito, entonces comenzaron a hacerse mas pequeñas, mas y mas hasta terminar del tamaño de canicas, era imposible sobrevivir a eso. Me deje caer al suelo agotado, con ambas espadas aun en mano, no podia aguantar mas y habia mas de esas cosas rodeándome, listas para despedazarme...no podia terminar asi.

Ya estaba todo hecho, Dos estaba conforme con lo ocurrido, asi que cuando pudieron someter a Ewon, ponerlo de rodillas, tomar sus brazos y alas para dejarlo totalmente a los pies de Dos que ni siquiera se tomo la molestia de acercarse y solo con un movimiento de la mano hizo que tiraran las armas y empezaran a golpear a Ewong. No pasaron ni dos minutos antes de ver sangre en el suelo y cuando penso que era suficiente, con un movimiento hizo que se alejaran de el para mirarlo todo lleno de moretones, con una ceja cortada y con ambos ojos morados al mismo tiempo que varios hilos de sangre colgaban de su boca mirando lastimeramente lo poco que pudiera ver con su vision, sin embargo no pudo mantener la cabeza en alto por lo que tambien hizo que la levantarann para que viera a Dos:
-Escucha Ewon Jung... -se metio a travez del orificio y miro el cuarto destrozado, despues sin mirarlo se encamino por la quie fue la puert y salio al corredor para observar el panorama sin luz y con arañazos visibles en las paredes y techos, sin mas, despues regreso-... esta a sido una advertencia por parte de mi señor, el cual generosamente me pídio que te dejara con vida para que pudieras apreciar su obra maxima... si, aquello que has estado indagando con Yua Shirakawa, mi maestro sera el que active el Angel Fall sacrificando a ambas mujeres que tu conoces muy bien... -se volvio a encaminar al hoyo y al ver que lo miba feo, aunque realmente no lo sabia, ya que su cara estaba bastante deformada por la hinchazon, con un movimiento de su dedo, hizo que le estrellaran varias veces la cara contra la duela dejandolo nuevamente en la posicion que antes tenia-... viendo tu naturaleza podrida y amargada, el ha decidido que ytu deberias de vivir en carne propia lo que sera el fin del mundo de los hombres, tu veraz el apocalipsis de la humanidad y ademas... la caida del cielo... .se empoez a carcajear y de pronto todas sus sombras se empezaron a mover hacia el interior del bosque desapareciendo en el mismo, los que estaban en el cuarto se llevaban a los suyos que habian caido, execptuando a uno que habia quedado como una mole de metal, dejando por ultimo a los dos solos, aunque Ewong respiraba dificilmente y estaba totalmente tendido sobre el suelo-... si intentas interferir con ello, me asegurare de no ser tan suave como lo fui hoy y ademas... -se acerco y tomo al unico que habian dejado para poner su mano sobre el. De pronto magma al rojo vivo empezo a cubrir la estatua haciendo que la temperatura del cuarto aumentara drasticamente, sin embargo, en menos de 10 segundos la mole fue completamente cubierta y en otros 5 segundos se fundio totalmente dejando un hoyo en el suelo-... no tendre tanta piedad como lo tuve aqui con mi estupido guerrero que termino de esta manera... -dijo por ultimo dando media vuelta y con un enorme impulso salio volando de ahi desapareciendo en el bosque al ogual que lo hicieron sus tropas...

*Conforme fui caminando por el pasillo fui sintiendo una aprensión terrible ya que podían observarse los escombros provenientes de la habitación 10. No podia ser cierto ¿acaso habia sido un ataque por parte de esos demonios? Mi terror aumento al pensar que Ewon podia estar ahi, o mas bien, que pudo haber recibido todo el ataque, seguro habia tenido que enfrentarse a ellos solo...por mi culpa de nuevo. Corri hacia el interior de la misma tratando de abrirme paso entre los escombros y objetos de metal que hallaba por todas partes. Al entrar y divisar su cuerpo tirado a un lado de lo que algun tiempo fue una cama solte un gritito. Estaba cubierto de sangre, con moretones por todos lados e inconsciente, me apresure a ir junto a el para sacarlo de ahi. Sin embargo senti un escalofrio al percatarme del manto obscuro que salia de su espalda, al verlo con mas detenimiento me di cuenta de que eran un par de alas. Temerosa me acerque para tocarlas y cerciorarme de que realmente eran suyas, pero no pude hacerlo, apenas y pude hincarme junto a el. El miedo habia regresado con quizas un poco mas de fuerza junto con los demas malestares ¿acaso él era un demonio?...
Hice una mueca mientras hacia a un lado los escombros que lo rodeaban, estaba molesta. No solo Mina habia logrado mantenerme lejos despues del tremendo horror que sintio al percatarse del ataque sino que ahora Jung estaba en una condicion lamentable. Hice a un lado sus alas percatándome de que una de ellas estaba rota de un extremo y golpie levemente su rostro para hacerlo despertar.*
_Jung...Jung...vamos despierta_ *Fue dificil darme cuenta de en que momento despertó ya que apenas y podia abrir los ojos*
_¿Que demonios sucedio aqui?_ *Balbuceo un par de cosas que apenas y pude comprender, el pobre apenas y podia hablar* _Asi que por fin esta dando la cara...interesante_
*Recorri su cuerpo con la mirada, necesitaba urgentemente un hospital, aunque no le hallaba mucho sentido... en ese estado no podria enamorar a Mina como habiamos acordado, aunque no todo estaba perdido*
_Escucha Jung, tengo que llevarte al hospital, pero necesito que guardes tus alas, no es normal que las personas tengan algo negro saliendo por su espalda_ *Espere impaciente por que lo hiciera y cuando por fin logro guardarlas, me dispuse a bajar a la recepción, sin embargo me detuve ¿como explicaria lo sucedido? Si permitia que subieran hasta aqui entonces intentarian investigar a fondo el asunto y era un fastidio hablar con personas sin importancia. Solte un suspiro, no tenia mas remedio mas que encubrir todo. Hice que una cinta de hielo lo tomara con cuidado de la cintura y entonces lo baje por el enorme hoyo que estaba en la pared para finalmente soltarlo en la entrada del bosque, almenos creerian que lo golpearon por oponerse a un asalto o algo que sonara creible. Con ese problema resuelto baje a la recepcion para llamar a una ambulancia, aunque aun quedaba el problema de como se podria arreglar la habitacion...*

Al entrar a mi habitacion me sorprendi de verla igual que la primera vez, con ese toque un tanto tétrico que la hacia confortable. No crei que los trabajadores la hubiera dejado tan perfecta, aunque quizas este lugar era mas misterioso de lo que a simple vista parecia. Me deje caer sobre la cama y entonces tome otro poco del frasco amarillo, por mas que intentara de no saborearlo esa maldita sensacion viscosa permanecia unos segundos en mi garganta. Hice una mueca, por alguna razon, a pesar de lo bien que me sentaba la idea de Takia se sentia como...como si una parte de mi no quisiera deshacerse de ella. No se trataba de cariño, mas bien de orgullo, habia esperado tanto el dia en el que le ganaria por completo esa pelea obsesiva por el poder que el matarla de buenas a primeras, sin poder hacerlo me dejaba insatisfecho. Sonrei malicioso al recordar lo que le dije hace apenas unas noches, como lo habia disfrutado, como deseaba hacerlo de nuevo; maldicion si no fuera ella la princesa entonces yo mismo la haria pedazos. No tenia caso mantener mi orgullo teniendo una solucion tan facil a la mano, si queria humillarla por ultima vez, si queria intentar alguna cosa con ella, debia aprovechar las horas que le quedaban de vida. Pobre de Takia, se desgastaría bastante en esa pelea, no creo que tenga el nivel de ataque de Yua, aunque debia admitir que era bastante inteligente. Apostarle a un angel sin experiencia alguna a una princesa con un historial bastante interesante sonaba como una locura. No lo se...quizas era que este angel desprendía algo que la hacia diferente...De cualquier modo, seria mejor esperar a que la noche cayera para tomar desprevenida a Yua, adoraba ver su cara de sorpresa...

Estaba plácidamente dormido en mi habitación hasta que la alarma sono. El reloj marcaba las 12:30 en punto, hora en la que seguramente Yua debía de estar profundamente dormida. Me levante algo soñoliento y entonces fui al baño a mojarme la cara. Cuando el agua se acumulo lo suficiente en el lavabo me di cuenta de las ondas que se formaban en ella y enseguida, sentí el temblor que anunciaba seguramente, una pronta visita. Corri a la ventana pero antes de llegar a ella me percate de la niebla, tenían todo preparado. _Takia_ Dije algo nervioso y entonces corri a la puerta, tenia que impedir que se la llevaran, no podia suceder el Angel Fall. Sin embargo justo cuando toque el picaporte, sentí una presencia detrás de mi.

Me volvi y entonces pude ver al tipo que me habia atacado detrás de la ventana, no pude verlo pero estaba seguro que detrás de su manto miserable estaba sonriendo. Pronto una explosión hizo trizas mi pared. _Maldita sea, ¡acaban de arreglarla!_ Grite molesto, mientras intentaba cubrirme del polvo que se había originado por ello. Enseguida alce una palma de mi mano para hacer que una gran parte de acero cubriera el hueco de la habitación, esperando que eso pudiera evitar que entraran a la casa. Y asi fue…por quizás unos segundos ya que pronto se vio destrozada _Maldicion, esta vez no… “Double Wall”_ Una gran capa de acero se extendió por todo el hueco que habia dejado pasar a algunos de esos enfermizos cadáveres, esperaba que ese grosor de acero soportara un poco mas, sin embargo proteger el derredor de la casa seria una misión imposible.

En cuanto a los sujetos que se aproximaban hacia mí…_Statues_ Esas cosas no tardaron en envolverse en acero quedando como míseras estatuas de mal gusto, pero almenos eso las freno. Desafortunadamente al titiritero no lo freno la barrera…esto seria bastante cansado…

A Dos le sorprendio ver a Yung despierto a esas horas "¿tal vez ya se estan moviendo?... es una pena" penso el cuando vio com Yung lo miraba absorto, asi que hizo volar de nuevo la pared como si nada extendiendo las palmas de su mano fuera de la capucha y enviendo filos hilos que se adhirieron a la pared, despues con un simple tiron la mis ma se destrozo...le parecio gracioso el comentario del demonio y estaba por entrar, pero Yung puso una pared de metal:
-Patetico... -dijo en voz baja para repetir el mismo proceso y quitarla del camino, con un movimiento de su cabeza hizo la señal para que su ejercito avanzara, pero de nuevo puso una pared, asi que repitio lo mismo para arrancarla, pero otra pared estaba detras de esa-... ¿acaso cree que estoy jugando?... -dijo el y sintio su presencia saliendo de la habitaccion, asi que arranco la segunda pared metalica y ademas arranco el muro de la habitacion contigua y despues arrojo la pared de metal con una fuerza descomunal hacia la habitacion que obviamente se destrozo por completo y la pared llego hasta el pasillo, despues con un movimiento quito el gran trozo de metal y pudo divisar a Yung recargado en la pared del pasillo, se tambaleaba y era notable hasta cierto punto que no se desmayara con eso, corto los hilos de la mano que tenia la pared de la habitacion y los lanzo a hacia Yung que todavia intento defendese con unas dagas que el ni siquiera esquivo porque uso como escudo la pared metalica de el mismo, despues lo arrojo al exterior y cayo en el suelo aun medio atrapado por los hilos, mientras empezaba a ser rodeado por su ejercito-... te dire que tu metal es muy bueno... -se empezo a carcajear-... contra ti mismo... -dicho esto Yung se logro soltar y empezo a pelear con el ejercito que no dejaba de salir de la niebla y cuando ocasionalmente atacaba a Dos el solo se cubria con la pared de metal de Yung.

Nuevamente estaba en problemas, ese maldito tipo sabia como utilizar cada uno de mis ataques en mi contra. Por mas que volvia a sus malditos muñecos en estatuas o en canicas o en cuanta cosa pudiera ser útil, era imposible que dejaran de salir. _Human Plane_ El pedazo de metal que el titiritero estaba usando para esquivar mis ataques comenzó a recorrerlo con la finalidad de fusionarlo en un avión que estrellaría contra sus marionetas, sin embargo, al darse cuenta de lo que podría suceder dejo caer el metal que se funciono con un par de esas cosas. Tal y como estaba planeado el avión se estrello contra otro monton de marionetas, las cuales quedaron atrapadas debajo del gran pedazo de metal, eso las detendría un tiempo…pero de nada valia terminar con los juguetes si el titiritero sacaba mas de no se donde. Asi que después de pensarlo rápidamente mientras intentaban quitarme de encima a todas las cosas que se abalanzaban sobre mi y que si, nuevamente estaban logrando golpearme bastante fuerte, me arriesgue a lanzar otro ataque.

_Four Spears_ Cuatro grandes tiras de acero se alinearon enfrente de mi, hasta que tomaron la forma de grandes lanzas, semejantes a las que se usaban en la edad media, una vez hechas se lanzaron con rapidez hacia el titiritero que las miro incrédulo. Forme nuevamente una espada en cada mano y atravesé a los sujetos que continuaban atacandome. Desplegué mis alas para que esas cosas dejaran de ser una molestia y asi poder enfrentarme al sujeto directamente, sin embargo ya cuando estuve en el aire, un rayo de luz llamo la atención de ambos. Al escuchar su insípida risa entendí que eso significaba que tenían a Takia. Debi saberlo…Takia no tenia un nivel como el de Yua y por lo tanto no podia pelear con la misma fuerza, claro que la atraparían. Pense en volar hasta donde la tenían para intentar hacer algo pero el tipo que tenia enfrente lanzo las lanzas contra mi, obligándome a crear una barrera contra la que chocaron y por el impacto, me estampe contra un árbol. Estaba perdido, tenían a Takia, quizás ya tenían a Yua y todo estaría listo para el Angel Fall.

Debi de haber matado a ese angel en cuanto me fue posible. Cree otra barrera para frenar las demás lanzas que lanzo contra mi el titiritero, sin embargo, aun no terminaban, sus marionetas estaban comenzando a subir por el árbol. No estaba seguro de cuanto mas podría resistir hasta que comenzó a llover con bastante fuerza, de igual modo el viento se volvió mas violento y amenazaba con arrancar el árbol donde estaba como lo habia hecho ya con algunos otros. Una parte de la casa salió volando junto con algunas marionetas que no sabían que hacer con la fuerza del viento. La lluvia incluso hacia borrosa mi visión dada su intensidad y el árbol donde estaba…comenzaba a desprenderse. Sorprendido mire hacia la entrada de la casa.

_Takia…_ La pobre seguramente estaba dando todo lo que sus fuerzas le permitían.

Realmente Ewong estaba sacando de quicio a Dos, no solo porque no se moria, sino porque hacia su resistencia intolerable, asi que no paraba de atacarlo, sin embargo aquella lluvia lo sorprendio un poco y se detuvo:
-Esto es... -se empezo a sentir mal, pero aun no acababa con el... no le importaba la señal, el demonio frente a sus ojos debia de morir hoy, sin embargo miro a su ejercito que se empezaba a caer a pedazos, no podian mantenerse unidos-... como lo pense, esto es... -regreso su mida aa Ewong que se tambaleaba en el arbol, por supuesto que lo afectaba es un demonio, pero antes de lanzar el ultimo golpe, el arbol en el que estaba salio despedido con tgodo y el a las profundidaes del bosque-... maldicion... -dijo por ultimo en voz baja, para despues salir de ahi a buscar a Uno con la chica...

*Al llegar a la habitación me pregunte si era buena idea entrar, pero en realidad quería hacerlo. Abrí la puerta con cuidado y entonces la cerré con llave al entrar. No quería interrupciones.
Resultaba sorprendente que, a pesar de la reconstrucción que había sufrido la casa, la habitación seguía idéntica a como la recordaba. Era extraño, pero agradable. Mire las obscuras cortinas azul rey que estaban abiertas de par en par, permitiendo que la luz de la luna se colara por los cristales. Cerré los ojos un momento mientras hacía más lenta mi respiración. Sabía que era sugestión pero, podía sentirlo. Sonreí levemente y entonces abrí los ojos lentamente. Al hacerlo comencé a sentir como las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas. Por un momento tuve la sensación de que lo vería recargado en el marco de la ventana, jugando entre los dedos su anillo de plata. El no verlo y recordar su cuerpo inerte fue algo doloroso. Me acerque a la cama que portaba un edredón del mismo tono que las cortinas y entonces me recosté en ella.*
_Debo verme bastante tonta en este momento_ *Dije esperando alguna respuesta, algún gesto, pero todo permaneció en silencio. Y por terrible que fuera aceptarlo, ese silencio nunca dejaría de existir. Me mordí los labios al recordar lo último que le dije. De haber sabido que sería la última vez que lo vería vivo hubiera dicho algo mejor. Trague algo de saliva, la cual apenas y pudo resbalar dado el nudo que permanecía a pesar de estar llorando. Nunca pude saber la razón por la cual anhelaba venganza, pero algo me decía que era por algo similar a lo que impulsaba la mía. Por ello decía que éramos iguales. Acaricie levemente la cama y entonces me pregunte ¿Por qué dolía tanto su muerte? Éramos iguales, acabo de decirlo, pero… ¿acaso había algo más? Imposible…no era por eso. ¿Entonces qué? Él me había entendido, antes que Kuro. Aunque acepto ser mi cómplice por motivos propios, descifro mis razones. Cerré nuevamente los ojos, tenía que acostumbrarme a estar sola de nuevo, pero, al menos por esta noche, quería recordar lo que era tener un amigo…*